Cuando veo horrorizada las imágenes de la demolición de las viviendas de El Cabanyal y la brutalidad de la carga policial, me echo a temblar imaginando en que se pueden producir las mismas escenas en mi propia ciudad, en la calle Fernando Macías para más señas, con la futura demolición del edificio de Fenosa por sentencia judicial.
Pero enseguida me relajo recordando la canción del asesinado Victor Jara, Las casitas del barrio alto (solo dinosaurios como yo la conocen). Con una gran dosis de realismo me doy cuenta de que ni la piqueta ni la justicia es igual para todos.
Publicado en El Pais, 12 de abril de 2010
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