Nunca entenderé como se genera eso que se viene en llamar opinión pública. Supongo que en algún punto oculto y de algún modo incomprensible se expande interesadamente como un terremoto desde su epicentro.
Y si no, que me expliquen cómo es posible que ya se empiece a hablar de la posible congelación de los salarios a los funcionarios y no de la renuncia a los pluses de los altos cargos de la Xunta, como hicieron algunos de los de AIG con la renuncia a sus primas. ¿O no existe un cierto paralelismo? No lo han hecho bien y encima se premian. Para votar y blindarse no hubo ni oposición ni bicefalia. Si al menos, algunos renunciasen y se hiciesen públicos sus nombres, les honraría y el pueblo tomaría nota ¡Qué puntazo!
Publicado en La Voz de Galicia 30 de marzo de 2009 y El Pais 1 de abril 2009
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