El diputado que provocó un accidente cuando conducía con una elevada tasa de alcohol en sangre, al trascender la noticia, anunció su dimisión de la Comisión de Seguridad Vial a la que pertenecía. Por cierto, Olabarría, presidente de dicha comisión, manifestó que su participación no era muy activa y casi ni se había enterado que formaba parte de lla. ahora bien, permanece como diputado y continúa siendo vocal de la comisión de Igualdad.
Este incidente, salvando las distancias, me evocó otro que se produjo en los albores de la democracia. Un diputado canario, si no recuerdo mal, había sustraído un pijama en unos almacenes de Londres e inmediatamente fue obligado a entregar su acta. Y es que entonces éramos más puros. Con la tolerancia que estamos adquiriendo hacia los desmanes de la casta política, a aquel pobre hombre que entonces arruinó su carrera, hoy le bastaría con devolverlo.
Entonces teníamos grandes expectativas y confiábamos en que el comportamiento de los políticos fuese ejemplar. En cambio, hoy admitimos con resignación comportamientos indignos ¡Qué pena!
Publicado en El Pais, 2 de marzo de 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario