martes, 26 de octubre de 2010
Díjolo Blas ...
Robert Lucas, premio nobel de economía acaba da dar una conferencia en la fundación Barrié. Últimamente las fundaciones, brazo ideológico de las grandes corporaciones, traen a sesudos caballeros, incluso a veces, premios Nobel, para que vengan a decir lo que los poderosos autóctonos no se atreven, porque hay que tener valor para decir en una conferencia, cosas tales como: “lo mejor sería una especie de tarifa única en los impuestos, con exenciones para la gente pobre”. ”Uno de los motivos por los que EEUU ha ido por delante de Europa, es porque nuestros impuestos mas altos son menos elevados que en Europa”. ”A Obama le gusta decir que va resolverlo todo, incrementando los impuestos a los ricos... Si fuera así lo que va conseguir es castigar a la gente con éxito y es lo último que debería hacer”. !Como se puede venir a decir esto a Europa!, ¿donde queda el espíritu solidario, el concepto de redistribución de la renta, la igualdad de oportunidades? Por qué en economía, vale lo que no es lícito en lo social. Alguien se imagina diciendo: yo, si sobrevivo a un incendio y salgo ileso, no me preocupo en ayudar a nadie. Ya que tuve éxito en salvarme, seria un castigo perder mi tiempo y arriesgarme. ¡Vaya con Dios señor premio Nobel¡
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A ciencia económica covertíuse no marco ideolóxico dunha secta destructiva. De tanto afondar na análise de datos económicos, eficiencia, productividade, producción... esqueceronse de algo fundamental, que a economía e os bens e servicios que unha sociedade ten capacidade de producir deben estar ao servicio do ser humano e non ao revés. A sociedade confundíu os medios cos fins e está enferma, desorientada, perdida. Dicía Goethe que non está perdido quen son sabe onde está, senón quen non sabe onde vai. Nos xa fai tempo que confundimos os obxectivos. Imos polo camiño correcto pero ao destino equivocado.
ResponderEliminarE a CEOE contraataca. Piden despedimento de funcionarios. Piden máis privatizacións. Piden, en definitiva, a precarización do emprego e a mercantilización da saúde ou da educación.