Recojo el artículo publicado en el suplemento MERCADOS, de La Voz de Galicia el 16 de enero de 2011, firmado por Félix Soria:
Túnez: Enésimo fracaso del FMI
La economía de Túnez está diversificada y es (o era) sólida -según los informes que elaboró la Comisión Europea cuando negociaba con Túnez, el primer país magrebí en suscribir un acuerdo de asociación con la Unión Europea (UE), en 1998.
Túnez tiene la virtud de no depender de un solo sector, aunque destacan cuatro: el turismo, la minería (hierro, zinc y fosfatos, de estos últimos se detectaron elevadas reservas en el área central del país, aunque apensa están explotadas), la agricultura (con 5 millones de hectáreas cultivadas) y el petróleo, si bien produce en cuantía menor y sus bolsas de hidrocarburos no son comparables a las de la vecina Argelia.
De hecho, la crisis actual es consecuencia de los graves desajustes que causaron el imprevisto desplome de los precios del petróleo y de los fosfatos en años precedentes, lo que desequilibró las cuentas públicas hasta el punto de que el Estado tunecino se vio obligado a pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI), que para otorgar el préstamo "salvador" impuso condiciones como recortar el gasto público, reformar la legislación laboral, derogar el control del comercio, privatizar empresas y servicios públicos y liberalizar las tasas de cambio del dinar, que se convirtió en una divisa totalmente convertible. De nada ha servido. Al contrario. Si a eso se suma que 4 de cada 5 menores de 30 años carecen de empleo o trabajan en precario, el estallido era casi inevitable.
Y estos mismos del FMI, son los que ahora están dirigiendo nuestro destinos. Apañados estamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario