Van tres exploradores, un español, un francés y un inglés caminando por la selva, cuando caen en manos de una tribu de caníbales. Sacan del grupo al inglés y el jefe caníbal dice, "te vamos a matar, te vamos a comer y con tu piel vamos a hacer una piragua", pero antes pide un deseo. El inglés pide degustar su último habano. Le conceden el deseo y lo matan. Con el francés lo mismo "te vamos a matar, te vamos a comer y con tu piel vamos a hacer una piragua", el francés pide saborear él último trago de cognac de su cantimplora. Le conceden el deseo y lo matan. Al español, le repiten "te vamos a matar, te vamos a comer y con tu piel vamos a hacer una piragua". El español pide como último deseo, un tenedor. Se lo conceden y clavándose el tenedor repetidas veces en el pecho grita "matar, me matareis, comer, me comereis pero ni de coña vais a hacer con mi piel una piragua".
Estaba yo ya indignada con el pensionazo, sabedora de que tanta premura, es para que la gente, agobiada por no poder cobrar una pensión digna cuando llegue su jubilación, comience a suscribir un plan de pensiones, cuando hoy he llamado por teléfono a un banco para hacer una consulta y la operadora, aprovechando mi llamada, como no, no ha perdido la oportunidad de ofrecerme uno. Le dije que no y me sentí como el español del chiste, y es que antes me acojo al RISGA que darle un duro más a los banqueros.
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