post de la biografía de Sarkozyya se esbozaba la de DSK, como complemento del culebrón que consiguió llevarlo a la dirección del FMI, aquí van más claves:
Tres anécdotas:
1º Todo el mundo sabía en Francia que tenía debilidad por las mujeres, así como es notorio que lo tenía por el lujo y el poder.
2º Cuando se fue al FMI, Sarkozy le dijo "ten cuidado con las becarias en los ascensores, allí no actúan como aquí".
3º Hace unos meses en el diario Liberation, manifestó que tenía miedo que le tendieran una trampa y lo acusasen de una violación en un aparcamiento solitario.
De todos modos, la historia se repite, esto recuerda el poema de D. Rodrigo "ya me comen, ya me comen por do más pecado había".
Un seductor, seductor, non violador, non cansan de repetir ao norte dos Pirineus xentes significadas da política e o periodismo saíndo na sua defesa.
ResponderEliminarO velho Silva de Louro, agudo observador e millor contador de historias, diciao así, para descreber o tal poder seductor referido aos propietarios das coserveiras de Muros aló polos anos vinte a cincoenta do pasado século:
"Os amos das conservas 'conquistaban' a todas as mulleres que traballaban nas suas fábricas", facía uma pausa, e engadía: "Conquistábanas... bueno... conquistábanas coma se conquista as galiñas con graos de millo."
Nada, por outra parte, excrusivo nen de aquel tempo, nen de aquel espazo, nen de aquela sociedade. Nada que teña desaparecido totalmente, ainda hoxe. Non hai mais que velo, agora, nos viciños do norte.
Acontece que chegan a estar tan convencidos do seu irresistible atractivo, que cando andan mal de tempo, coma no caso de DSK que tiña que sair pitando para tomar o avión, deciden non esperar a que surta efectos e toman, pola forza de músculo, o que debía cair nos seus brazos pola forza da gravidade e dos seus encantos.
Concordo totalmente co que onte dicía Barreiro Rivas no LVG:
“En su condición de detenido, DSK sigue teniendo derecho a su imagen y a un juicio justo. Pero esos derechos, lo recuerdo una vez más, no pueden ser un privilegio de nadie, sino la norma que el Estado debe aplicar, sin excepción, a todos los detenidos y justiciables. Straus-Kahn también era parte de un sistema de poder que -en Estados Unidos y en Europa- degrada a los delincuentes de forma innecesaria. Y por eso no tiene derecho a exigir de los jueces y policías de Nueva York un trato diferente. Aunque DSK podría ser el principio de una reflexión que tiene que abarcar desde Straus-Kahn a Bin Laden. Porque la única justicia real que podemos hacer los hombres se llama igualdad.”
http://beminvitados.blogspot.com
Turbio individuo, turbio asunto y turbia institución. Saludos, gracias por la visita.
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