En la comunidad de Madrid se liberaliza el horario comercial, los pequeños comerciantes están en contra, no pueden competir con los grandes. A veces solo está el dueño al frente, lo que hace imposible un horario amplio y contratar a alguien no le sale a cuenta dado que las ventas en un horario intempestivo serían pocas. Queda claro que los poderosos piden libertad y los débiles seguridad. En el siglo XVIII, era Inglaterra con la mejor flota la que reclamaba la libertad de los mares.
Publicado en La Voz de Galicia, 18 de diciembre de 2011
La demagogia vende la desregulación como una libertad conquistada.¡Claro!, cualquiera puede desear comprar una caja de quesitos a las 3 de la mañana en la tienda de la esquina. Ahora puede hacerlo, pero si uno se fija, observa que la persona que te cobra vive en la tienda y se acaba de levantar de un camastro. ¿Esa es la libertad que queremos?, ¿la del siglo XIX?.
ResponderEliminarA las grandes superficies les interesa, con tres personas mal pagadas tienen miles de metros cuadrados para que los zombis paseen empujando un carrito y distrayendo su insomnio.
Nos venden la vuelta a la escalvitud como conquista y símbolo de modernidad.
ResponderEliminarsalu2.
Siempre quedará algo multable, como el comercio ambulante.
ResponderEliminarUn regalo de navidad a la banca casi 500.000,- millones de euros prestados a tres años al 0.5% del BCE banco central europeo.
ResponderEliminar¡Que fácil es ser banquero!