El destino hizo una T con sus manos y quiso que todavía este año la lotería sea un bien público, he visto que cantan los niños de San Ildefonso y eso me ha reconfortado, no se si será el último año, ni se quien la cantará en el caso de que se privatice. Desde luego en el momento que no sea pública acabaré con la costumbre de comprar lotería por Navidad. De los monopolios surgidos con la privatización procuro huir en venganza de haberse hecho un mucho más ricos a costa de lo que el pueblo perdió, claro que es bastante difícil, porque privatizan aquello de lo que no se puede huir: la electricidad, el teléfono etc. Pero al menos cuando puedo optar, lo evito
Todavía me acuerdo que un locutor de radio en el 23 F, cuando Milans del Bosch, sacó los tanques en Valencia, como gesto de resistente, se pasó todo el rato retransmitiendo solo tres palabras desde su emisora: ¡Viva la Constitución¡, pues a mi también me dan unas ganas tremendas de pasarme todo el rato diciendo: ¡Viva lo público¡
Que viva siempre, pues es nuestra única riqueza.
ResponderEliminarFeliz Navidad Ángeles!
Te esperamos en Enero.
Gracias Paris igualmente. Un abrazo
ResponderEliminarExacto, lo público, funcione o no funcione, es nuestro, y si no funciona es culpa nuestra. Pero cuando se privatiza, escapa a nuestro control y si no funciona o es demasiado caro para que muchos se lo puedan permitir, pues a joderse. Y lo peor, deja de ser de nuestra propiedad,lo que hace menos poderoso al pueblo y más poderosos a los que poseen aquello que necesitamos.
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