El pasado 12 de marzo, en Roma se representó Nabuco, con motivo del 150 aniversario de la nación Italiana, dirigía la opera Ricardo Muti, en la tribuna estaba Berlusconi y en señal de protesta por los recortes para la cultura, los coros arengados por su director hicieron un bis.
Hace unos días, en la Scala, se reprensentó Don Giovanni, dirigía Daniel Beremboin. En esta ocasión estaban en el palco real: el Presidente de la República Giorgio Napolitano y Mario Monti, "el designado" (una vez depuesto "el indeseable votado"), el profesor como le gusta ser llamado: en la platea ovación de 12 minutos, estaba entre los suyos, lo más granado de la sociedad milanesa, no hay abucheo ahora a los recortes, como es un tecnócrata, parece que el método científico está por medio... y a mí que lo de tecnócrata me suena a aquellos del Opus Dei, que designó Franco.. claro que aquellos eran por la gracia de Dios y éste lo es por la gracia de los Mercados. Aunque una de las primeras cosas que hizo al ser designado(es decir señalado con el dedo) fue ir al aeropuerto a despedir al Papa en su viaje a Benin, para regocijo de toda la prensa católica, hecho que concuerda con una persona que como él es de misa dominical. Está claro que se puede servir a dos amos, ahora que, Rousseau, ni está ni se le espera.
Lo más increíble es la rancia crónica de ABC, si en el titular dice que hubo doce minutos de aplauso para Don Giovanni, en el texto se los atribuye al Presidente de la República y se atreve a decir que fue un triunfo institucional, como si la democracia se sancionase con un "aplausómetro". Parece dar más legitimidad las aclamaciones del respetable público de la Scala que las votaciones populares.
Transcribo el artículo de ABC, porque no tiene desperdicio:
Con 12 minutos de aplausos a «Don Giovanni» se inauguró la temporada en la Scala de Milán. Fue el triunfo de lo institucional, como nunca se había visto en el templo de la música italiana. Hacía muchos años que no se veían juntos en el palco Real el presidente de la República y el primer ministro.
En esta ocasión, representando a la mejor Italia, estaban Giorgio Napolitano y Mario Monti, acompañados por sus mujeres. «¡Viva el presidente!», fue el grito que salió de la platea con el público puesto en pie aplaudiendo al palco presidencial. Fue un insólito acontecimiento que sirvió para enviar a todo el país, desde la Scala, un mensaje institucional de concordia y de ánimo en una situación dramática por la crisis económica. En estos tiempos de austeridad debutó la sobriedad y el rigor en la Scala.
Obsérvese que los mensajes institucionales, ya no se envían ni desde el Quirinal, ni desde el parlamento, sino desde la Scala, será que vivimos un mundo de opereta.
Enlaces:
http://www.abc.es/20111209/cultura/abcp-doce-minutos-aplausos-giovanni-20111209.html
http://www.periodistadigital.com/religion/mundo/2011/11/18/benedicto-xvi-emprendio-
viaje-a-benin-iglesia-religion-papa-benedicto-africa.shtml
Enlace relacionado:
http://www.angelesgarciaportela.com/2011/10/va-pensiero.html
Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa....Karl Marx en EL DIECIOCHO BRUMARIO DE LUIS BONAPARTE
ResponderEliminarhttp://www.marxists.org/espanol/m-e/1850s/brumaire/brum1.htm