1ª parte.Los hechos:
En la base aérea de Beariz (Orense) el 21 de septiembre se produjo un accidente aéreo, el aparato una Cessna de 35 años pertence a la empresa Martínez Ridao, firma contratada por la Xunta para colaborar en la extinción de incendios, su portavoz Miguel Angel Martínez, manifestó que la "la edad no significa nada".
Después del siniestro el aparato fue retirado de Galicia antes de la visita de un inspector de Aviación Civil, imprescindible para la investigación del caso, tampoco había pasado ninguna revisión oficial previa. A pesar que la legislación contempla que lo ocurrido al aparato fue un accidente, la Xunta lo calificó de "incidente".
Según el informe de la consultora Natutecnia se comprobó que faltaba líquido de frenos, el fuselaje tenía golpes, zonas con corrosión y la cola estaba reparada con cinta de embalar.
A los 11 días del accidente Iñigo Zubiaga, piloto muy experto, moría cuando sofocaba un incendio, asustados parte de los pilotos entonces se negaron a volar. Hasta el 2010 se había contratado a una compañia balear, con mejores aviones y más cara. Con la nueva compañía, más barata, el calendario laboral de los pilotos era agotador.
Fotos publicadas por El Pais el 23 de abril de 2012 |
2ª parte las consecuencias:
Los trabajadores que se encargaron de realizar el informe de las causas del siniestro dictaminaron que la causa había sido el estado de los frenos. El informe fue silenciado y los trabajadores despedidos.
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