Amancio Ortega, hombre rico en pais pobre.

El hombre más rico de la tierra es Carlos Slim. Es mejicano. Méjico es un país con millones de pobres. Parecería lógico que el hombre más pudiente del mundo, perteneciese a un país que también lo fuese, pero no es así. Los países ricos tienen mejor repartida la riqueza, y es que aunque digan que los empresarios generan riqueza,  en los países del tercer mundo no la comparten, el Estado es muy débil y apenas pagan impuestos, por lo que los pobres no tienen ninguna oportunidad.

Un país que no permite el acceso al 90% de la población a la educación, no progresa, y eso no se arregla con que los poderosos participen en el Club de los Leones, el Rotary club, den nombre a la cátedra de rigor o  que  patrocinen un equipo deportivo.

El  hombre más rico de Europa en este momento es Amancio Ortega, originario de un PIG, de Galicia por más señas, que no está precisamente a la cabeza del desarrollo.

Ambos hechos están relacionados: Estamos en  un momento de máxima desigualdad en España, desigualdad que no para de crecer desde 1995, y es en este contexto cuando "despegan" las grandes fortunas,   los ricos  son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres (en la industria del lujo no hay crisis). El mayor aumento de la desigualdad se dio en el 2010, a causa del paro y la caída de los salarios, pero no cayeron todos, y mientras el 21,8% de la población se encuentra bajo el umbral de la pobreza, un ejecutivo de una empresa del IBEX gana 90 veces el sueldo medio de sus empleados.

Frente a lo que mucha gente cree, la mayoría de los brasileños que viven en las favelas, de los argentinos que viven en villas miseria, de los mejicanos que ocupan terrenos para hacer sus chabolas, “paracaidistas” les llaman, trabajan, lo que ocurre que  sus salarios de hambre, no les dan ni siquiera  para una vivienda digna. Con la rebaja de salarios en este país vamos hacia ese modo de vida. Y tener al hombre más rico de Europa entre nosotros es todo un síntoma.

Otro requisito, para acercarnos al tercer mundo,  más allá de esa desigualdad, es que comenzamos a tener un “estado zombi”. La presión de las corporaciones y unos políticos desorientados que desmantelan los servicios públicos y se los entregan a esas corporaciones, en lo que se ha dado en llamar colaboración público-privada, que aunque lo venden como simbiosis, en realidad es puro parasitismo al Estado.  

Ojalá no lleguemos a la violencia que padece Méjico, pero estamos tomando una senda muy peligrosa.

http://economia.elpais.com/economia/2012/06/14/actualidad/1339671341_527191.html
http://elpais.com/diario/2011/10/31/economia/1320015602_850215.html
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/06/11/actualidad/1339440659_341290.html