lunes, 5 de mayo de 2014
El lobby de la banca en la UE: 150 firmas y 1700 empleados
La industria gasta 123 millones al año en una sofisticada maquinaria para influir en la innumerables reformas normativas impulsadas por Europa para evitar la repetición del colapso financiero de 2008.
Marzo de 2013. La Unión Europea aplica quitas a clientes con ahorros de más de 100.000 euros en depósitos de bancos chipriotas para contribuir a su salvamento y sugiere que extenderá la receta a entidades de otros países que precisen rescates.
Estalla el pánico, los mercados colapsan y la banca pone en marcha una maquinaria sin parangón para evitarlo. Tras la alarma inicial, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, pide perdón por desatar el pánico con su sugerencia de exportar la solución. La industria financiera vencía la batalla.
El juego de presión se convirtió en un ejercicio vital para la banca desde que Europa decidió evitar la repetición del colapso financiero de 2008, cuyo saldo rebasa los 1,6 billones de euros en ayudas, con un enorme aparataje de normas y la puesta en marcha de la Unión Bancaria.
El lobby financiero mantiene 1.700 expertos en nómina en los centros de decisión de la Eurozona, siete veces más que cualquier otro colectivo de presión, incluídos ONG's, organizaciones sindicales, de consumidores y otros grupos de la sociedad civil. Son 700 organizaciones con un presupuesto que desborda los 123 millones de euros anuales, frente a unos 150 grupos del resto de organizaciones, estima el Corporate Europe Observatory (CEO), un grupo de estudios privado afincado en Bruselas. Según los autores son estimaciones conservadoras ante la ausencia de un registro fiable
Tras la caída de Lehman Brothers, se han removido los cimientos del sector. No solo se les impondrán más exigencias de capital, sino que se desplazará todo el centro de decisión regulatoria, supervisión y el salvamento de entidades a esferas europeas, menos influenciables con sensibilidades nacionales. Bruselas se mete en la cocina de la gerencia, fija responsabilidades y políticas retributivas a los banqueros, normas para vender productos y amenaza con tributos para financiar rescates. Al sector le va la estructura de negocio y ser absorbido o salir reforzado del desafío regulatorio, de ahí el insólito despliegue para influir en quienes deciden.
Para el estudio, el think tank Corporate Europe Observatory analiza 17 grupos de trabajo creados para elaborar la reforma financiera post-crisis y 15 están dominados por el sector financiero. En los casos analizados participaron 906 organizaciones: más del 55% con vinculación financiera, el 12% de otras industrias y apenas el 13% de sindicatos y otros grupos civiles.
El lobby incluye entidades privadas, fondos de inversión, aseguradoras, agencias de calificación, asociaciones sectoriales, bufetes de abogados y consultoras que les representan. Reino Unido es el más activo, con 150 grupos de presión frente a una docena de españoles.
El campo de trabajo rodea a la Comisión Europea, el Consejo y el Parlamento, y se mueve al abrigo de organismos como el BCE, el Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera o las Agencias Europeas de Supervisión (EBA para la banca, AESPJ para seguros, y ESMA para mercados). Se llega a través de las consultas que remiten al elaborar normas vía audiencia pública o colaborando en los Grupos de Expertos creados por las instituciones para abordar temas específicos.
La Comisión Europea es la primera puerta a tocar, ya que tiene un papel crucial en la creación de normas. El 70% de los asesores en sus grupos de expertos tenían vínculos con instituciones financieras y solo el 0,5 con sindicatos. En el Parlamento, la actividad crece con la formulación de enmiendas. En una directiva sobre hedge funds 900 de las 1.700 enmiendas fueron escritas por la industria financiera, detalla el informe.
Hay incluso grupos de trabajo informales con europarlamenarios y hasta un foro especializado. El Foro Parlamentario Europeo de Servicios Financieros (Epfsf, por su siglas en inglés) se dedica a "fomentar el diálogo" entre el sector y la Cámara, invitando a diputados a seminarios. Lo financian 52 organizaciones de la industria, incluidas firmas como JP Morgan, Deustche Bank, Goldman Sachs, Citigroup ó la Federación Bancaria Europea.
A veces la cara la dan firmas de consultoría y bufetes de abogados, contratadas para influir a su favor. Las más activas son consultoras como Fleishman-Hillar, Kreab Gavin Anderson (muy activa con la MiFID), Hume Brophy o G+Consulting. Las 20 organizaciones más activas pertenecen a empresas de la industria financiera y entre las 50 primeras solo hay dos sindicatos y una asociación de consumidores.
Reproducido de .
http://www.eleconomista.es/interstitial/volver/mapfdg/banca-finanzas/noticias/5736444/04/14/El-lobby-de-la-banca-en-la-UE-150-firmas-y-1700-empleados.html#.Kku8G4cAnlvYg8P
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