Campo Lameiro, en la provincia de Pontevedra es la capital gallega del arte rupestre, posee cerca de 100 rocas con grabados y petroglifos de gran valor arqueológico e histórico.
En el 2002, siendo alcalde Julio Sayans, comenzó la construcción del centro de interpretación de arte ruprestre del yacimiento y en el 2011, se inauguró el parque arqueológico, tras 10,6 millones de euros de inversión pública.
El alcalde Julio Sayáns que lleva 32 años como edil (primero adscrito al Psoe y desde el 2002 al PP, partido al que se pasó con el resto del equipo municipal de aquel momento). En el 2011 supeditó su octavo mandato a la inauguración del Parque Arqueolóxico.
El parque siguiendo la política de la Xunta de privatizarlo todo, fue cedido a Ingenia Qued S. L.. Casualmente a Jorge Sayáns hijo del alcalde, se le adjudicó el mantenimiento de la empresa y a Juan Manuel Boullosa hermano de una concejala del municipio la administración del parque. Cuando Ingenia Qued quebró, casualmente Cultura cedió la concesión del parque arqueológico a la empresa Espiral Xestión Cultural S. L., constituida un mes antes con 3.000 euros de capital, la “actividad multimedia” como objeto social y Jorje Sayans y Juan Manuel Boullosa como administradores solidarios. Espiral Xestión Cultural había sido creada al efecto y accedió al contrato sin concurso público.
En su día a preguntas parlamentarias del BNG Jorge Sayans manifestó:
"Soy hijo del alcalde de Campo Lameiro pero eso no tiene nada que ver". "El Concello no tiene ningún tipo de vinculación ni relación" con dicha concesión, aseguró, e interpretó las informaciones y preguntas parlamentarias del BNG sobre estas vinculaciones familiares y políticas como "un intento de desacreditar a las personas que integramos esta empresa y al propio parque".
A las preguntas de la portavoz de Cultura do Grupo Socialista, Concepción Burgo, el director general de Cultura había explicado que los contratos habían sido concedidos a vecinos parados de la localidad, con lo que Burgo ironizó con el hecho de que los únicos dos parados con cualificación para trabajar en este parque en todo Campo Lameiro fuesen el hijo del alcalde y el hermano de una concejala.
Casualmente el pliego de contratación desapareció de la plataforma informática de contratación de la Xunta
En tres años, Espiral ha cobrado 540.000 euros por la gestión. La concesionaria se lleva además el dinero de las entradas, la tienda y la cafetería. Casualmente la empresa ha conseguido también la concesión del parque castrexo de San Cibrao de Las.
Casualmente realizando tareas de desbroce en el parque, que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, calificó de “Pórtico de la Gloria del arte rupestre”, un tractor pasó por encima de un petroglifo, quedando dañada la roca y borrada parcialmente la espiral prehistórica.
Preguntado por el asunto, el hijo del alcalde y máximo responsable de la concesionaria alegó de entrada desconocer el caso y acabó indicando que la zona en la que se encuentra el petroglifo en cuestión no está expuesta al público. Añadió que “muchos” de los grabados no están catalogados, pese a que el parque se inauguró en 2011 y que la tarea le corresponde a la Xunta. La Consellería de Cultura a su vez se defendió por escrito, en sentido contrario, alegando que todos los petroglifos están correctamente situados y las zonas que se pueden mecanizar están delimitadas para evitar afecciones a los grabados”.
En un primer momento la consellería, como responsable de la adjudicación manifestó que el destrozo ya constaba en el 2008, aunque luego reconoció que se incumplió el protocolo de limpieza, que prescribe talar a mano el entorno de los petroglifos. Posteriormente admitió que la desbrozadora había efectivamente pasado por encima de la roca, pero negó efectos sobre el grabado citando una inspección del director del recinto, José Manuel Rey, nombrado por la Xunta.
En su tercera versión la consellería ahora, admite que efectivamente, se produjeron destrozos pero que fueron "mínimos" El secretario general de Cultura, Anxo Lorenzo, confirmó los desperfectos en la comisión del ramo del Parlamento gallego, pero limitó lo ocurrido a un “incidente puntual” de “mínima relevancia” y que Cultura está satisfecha con los servicios prestados, que se desarrollaron “sin ningún tipo de incidencia y de conformidad con lo establecido en el contrato” y no se preven sanciones.
Como Xunta y empresa son responsables, minimizan las consecuencias y garantizan la impunidad de los destrozos.
Lo privatizado destruye mucho mejor.
Imagen http://www.epapontevedra.com/arte/L%C3%A1minas/Laberinto%20de%20Mogor%20%28Mar%C3%ADn%29.jpg
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