La plaza (el ágora) ha sido desde siempre el símbolo de la vida social y el símbolo de la democracia. La vuelta a la plaza significa salir
de nuestra casa, de nuestro espacio individual e ir a encontrarnos con los
otros.
Tomar las ciudades, tomar las plazas, es mucho más que
recuperar el espacio público por los ciudadanos, es reencontrarnos con nuestra propia
condición de ciudadanos, es una vuelta a la socialización y a recuperar nuestra
condición de animal social.
Cuando nos despiden, cuando nos humillan, solo podemos
encontrar consuelo en el contacto, en la comunicación y el afecto con los
demás. Por eso es importante no aislarse, no quedarse solo. Solos no somos
nada, pero, como decía Benedetti, “en la calle codo a codo somos mucho más que
dos”.
Stavros Stavrides comentaba en una entrevista en Eldiario.es: “El legado de Syntagma es una realidad que no siempre es visible en el primer plano de la vida social y política. Hay que rastrearlo en diversas iniciativas, muy pegadas a la vida cotidiana de la gente, como son las cocinas colectivas en los barrios, los centros médicos municipales o autónomos que atienden a quien se ha quedado fuera de la seguridad social, las prácticas de intercambio de bienes y servicios sin intermediarios, los movimientos contra los desahucios en onda con la PAH en España, las cooperativas que surgen una tras otra, etc.
Syntagma ha contribuido a crear redes de ayuda mutua que
sostienen la vida de muchas personas en Grecia y a la vez generan nuevas relaciones
sociales, más allá del individualismo. Hay un legado, un legado vivo de
Syntagma, que ha cambiado la mentalidad social en muchos aspectos.”
Esta crisis que ha acabado con la vida y las ilusiones de muchos, puede abrirnos un camino a la esperanza. Puede abrir la puerta a un concepto más solidario y social de la vida, replanteándo nuestras necesidades y nuestra forma de vivir.
Esta crisis que ha acabado con la vida y las ilusiones de muchos, puede abrirnos un camino a la esperanza. Puede abrir la puerta a un concepto más solidario y social de la vida, replanteándo nuestras necesidades y nuestra forma de vivir.
Los griegos se han levantado contra la indignidad, contra la
desigualdad, contra un sistema que no sabe cómo avanzar si no es dejando en la
cuneta a miles y miles de seres humanos.
Ahora tienen un gobierno que ha dicho basta. Un gobierno que se va a encontrar en frente a un capitalismo radical que solo sabe de dinero y de beneficios.
El gobierno, y con él toda la sociedad griega están
en una encrucijada, pero Europa, también.
Tenemos varios escenarios por delante:
1.- Que Europa acceda a las pretensiones griegas de quitarse
el yugo de la deuda y permitir que el gobierno griego avance en busca de la
recuperación de ese capitalismo razonable.
2.- Que Europa se mantenga en sus trece, fuerce al gobierno griego a asumir la política de la
austeridad, lo que conllevará en la práctica, la negación de la validez de la
democracia y el impulso a partidos de corte fascista.
3.- Que Europa se mantenga en sus trece y el gobierno griego
no ceda, aún a costa de tener que abandonar el euro.
Como ha dicho el propio ministro de finanzas griego, Yanis
Varoufakis, “hay momentos en que hay que quemarlo todo”. Esta opción permitiría a los griegos
construir una nueva sociedad a partir del espíritu de Syntagma, con un menor
PIB pero mucho más solidaria e igualitaria. Con una economía más colaborativa,
en donde el crecimiento no se ponga como meta última.
Cuando comenzó esta crisis, se oía hablar de la necesidad de
“refundar el capitalismo”. Los griegos pueden tener la oportunidad o más bien
la necesidad, no de refundar el Capitalismo, sino de sustituirlo por una nueva
“economía humana”, que sustituya la maximización del beneficio por la
maximización de la felicidad.
Las cocinas colectivas en los barrios, los centros médicos
municipales o autónomos que atienden a todo el que lo necesita, las
cooperativas de trabajo asociado… pueden dejar de ser una respuesta a la
desesperación para convertirse en el germen de una nueva forma de organización
ciudadana. El dracma estaría llamado a convertirse en la nueva moneda social
de esa economía alternativa.
Eladio Suarez Debén
Eladio Suarez Debén
Bien está ayudarse a soportar pero también hay que reclamar.
ResponderEliminarhttp://www.rankia.com/blog/nuevasreglaseconomia/2662845-importan-ajustes-lugar-deuda-porque
"Cocinas colectivas en los barrios" para sostener la utopía reaccionaria de un "capitalismo razonable" en medio de una crisis mundial capitalista, del único que hay, el de la máxima tasa de ganancia, el irrazonable de siempre. Juguemos en el bosque mientras el lobo no está. Socialismo o cámaras de gas. Una peli que ya vieron, no?
ResponderEliminarGrecia está en una situación de emergencia social. La revolución la dejamos para un poco más tarde. El capitalismo con rostro humano de la socialdemocracia devino en el capitalismo del hombre lobo.
ResponderEliminarUn saludo y gracias por la visita.