Felicidades a Manuela Carmena, una mujer que baja a la calle y no se esconde tras una pantalla de plasma.
Cuando, en la tarde caldeada, solo en tu gabinete, con los ojos extraños y la interrogación en la boca, quisieras algo preguntar a tu imagen, no te busques en el espejo, en un extinto diálogo en que no te oyes. Baja, baja despacio y búscate entre los otros. Allí están todos y tú entre ellos. Oh, desnúdate y fúndete, y reconócete.
Felicidades a Manuela Carmena, una mujer que baja a la calle y no se esconde tras una pantalla de plasma.
ResponderEliminarCuando, en la tarde caldeada, solo en tu gabinete,
con los ojos extraños y la interrogación en la boca,
quisieras algo preguntar a tu imagen,
no te busques en el espejo, en un extinto diálogo en que no te oyes.
Baja, baja despacio y búscate entre los otros.
Allí están todos y tú entre ellos.
Oh, desnúdate y fúndete, y reconócete.
Vicente Aleixandre (En la plaza)
¡Que bonito¡ buen homenaje a Carmena.
ResponderEliminarSalud.