Cuando en El País aparecen artículos firmados por Javier Ayuso, muy pocos saben cuando los leen, el pasado del prejubilado"articulista", director adjunto de dicho periódico.
Sus artículos, más que artículos son propaganda pro establishment, atacando a Podemos, ¡pero con saña¡, atacando a Pedro Sánchez y defendiendo ¡cómo no¡ a la gestora del PSOE. La tercera diana, objetivo de sus ataques es el comisario Villarejo, alguna razón debe de tener que el resto de los mortales desconozcamos, supuestamente algo relacionado con el caso del pequeño Nicolás.
Podría parecer un periodista que ha vivido solo por y para su profesión, buscando la noticia, la verdad, la objetividad, pero no es el caso. Fue durante muchos años jefe de "prensa" en el BBVA.
Con la llegada de Francisco González a la presidencia del BBVA, Ayuso fue nombrado director general de comunicación del máximo nivel, con todo el presupuesto que hiciese falta para levantar la mala imagen de la entidad y de su Presidente.
En febrero de 2012. Según El Mundo, la amistad entre Ayuso y el duque de Palma contribuyó a su la incorporación de la plantilla de Zarzuela y fue el "principal abanderado de la causa" de rehabilitar la imagen pública del marido de la infanta Cristina. Sin embargo, Rafael Spottorno, jefe de la Casa del Rey, tumbó la propuesta de Ayuso por considerar a Urdangarin una 'causa perdida'.
Ahora que ya hay sentencia del caso Noos, hay que recordar que El Mundo también revelaba en su día que el entonces jefe de prensa de la Casa Real, Javier Ayuso, encargó un informe al Instituto Noos, cuando trabaja para BBVA. Se trataba de un "informe global sobre la estrategia de patrocinios del Grupo BBVA", por el que pagó 116.000 euros.
José Castro, descubrió la presencia de Ayuso en relación con la supuesta trama del duque de Palma tras solicitar a la entidad presidida por Francisco González que le precisara los trabajos que habían encargado al Instituto Nóos. El informe, según fuentes citadas en la información, consistía en "un puñado de powerpoints llenos de perogrulladas". Para la realización de este trabajo, Ayuso firmó un acuerdo de cuatro páginas con Nóos, en el que no aparecían los nombres de Iñaki Urdangarin ni de su exsocio, Diego Torres, "por el qué dirán". En su lugar, aparece la rúbrica de Antoni Ballabriga, íntimo amigo de Urdangarin que actualmente trabaja como director de Responsabilidad y Reputación Corporativa para BBVA.
Ballabriga estuvo imputado en el caso que instruye Castro durante meses.
Al leer sus artículos es recomendable recordar todo esto, para contextualizarlos y entenderlos mejor.
Con todos estos datos es lógico que Ayuso considere" que la irrupción de Internet en "el periodismo" ha hecho un daño irreparable a una profesión ya de por si muy castigada por la crisis económica y por la presión de los poderes público y económicos".
La mentira y la falacia son los dos grandes enemigos de la política, del periodismo y, en general, de la convivencia humana. Y, de un tiempo a esta parte, Internet, las redes sociales y el populismo han matado la verdad, creando una sociedad en la que cualquier afirmación se convierte en realidad, aunque sea falsa; cualquier acusación trasciende, aunque sea calumniosa; y las medias verdades y las medias mentiras se han convertido en los ejes del debate público, agitadas por la mayor maquinaria de propaganda jamás conocida: la Red.
...La verdad está reñida con el populismo, que campa a sus anchas ayudado por los nuevos canales creados en torno a Internet. Cientos, miles de activistas, lanzan sus mensajes en periódicos digitales, blogs y, sobre todo, cuentas en redes sociales, como un martillo pilón que golpea una y otra vez contra la realidad, hasta que consiguen destruirla.
El matonismo digital es, hoy por hoy, una profesión de futuro muy vinculada a los movimientos populistas de uno u otro bando. Las huestes de Podemos, o de los independentistas, acuden al combate en redes sociales cuando reciben el mandato de atacar sin piedad a un político, a un periodista, a un líder de opinión o a un ciudadano de a pie que ha osado criticar a uno de sus líderes, o que simplemente piensa distinto que ellos.
La esencia para ser un buen periodista se puede definir como buscar una noticia, contrastarla, valorar si es relevante y convertirla en una historia bien contada. Aunque en esos cuatro pasos que parecen sencillos es muy fácil faltar el respeto a la verdad, que es el principio fundamental de un buen informador. La Red es un canal infinito e histérico que somete a una presión infernal al periodista.
La irrupción de internet ha servido para que los profesionales plegados a los poderes públicos y económicos se puedan desenmascarar, desmentir su propaganda y conocer la realidad .
Se acabaron los tiempos en que la última palabra la tenía el periodista cortesano y nadie podía darle la réplica, ni nadie conocía sus circunstancias.
Ahora gracias a la red, sabemos de qué vive el periodista, a quién sirve y por qué defiende a quién defiende.
Internet no mató la verdad, desenmascaró las mentiras, las medias verdades, la ocultación y la manipulación de muchos de los "respetables periodistas".
Habrá que preguntarse por qué la profesión del periodista está muy castigada. Qué responsabilidad
tienen algunos que se dicen periodistas. La Red no trajo más que aire fresco eliminando el hedor de las mentiras del periodismo oficial.
Disculpa Ángeles. ¿el tal Ayuso dices que es un periodista; o simplemente un "cantamañanas"?. ¿O quizás un simple lameculos?.
ResponderEliminarUn saludo.
Que nos lo diga él. Un jefe de prensa (propaganda) es la antítesis de un periodista.
ResponderEliminarUn abrazo Armando.