lunes, 27 de marzo de 2017
Rubén Juste: El IBEX 35. Una Historia herética del poder en España
Rubén Juste acaba de publicar un libro:"Ibex 35, una historia herética del poder de España", en él, analiza cómo la trama empresarial controla al Estado y lo usa como salvavidas.
La reseña del libro no se encuentra en la prensa convencional (cautiva del IBEX para ese tipo de prensa Rubén Juste no existe). Hay que acudir a La Marea, CTXT, Info Libre, etc. para encontrar información.
Seis años de investigación se han materializado en un libro que deshila cada conexión política y económica de las empresas del selectivo de referencia de este país hasta formar una panorámica completa que recorre cada rincón de la historia reciente del poder en España.
Juste, analiza y explica cómo las grandes familias patrias se conjugaron con los principales partidos políticos y los grandes medios de comunicación hasta rediseñar la posición privilegiada que asentaron durante el franquismo:
El Ibex nace en 1992 en un momento en que el catedrático Gabriel Tortella decía que no había grandes empresas. No había grandes empresas privadas, pero había grandes estatales, como Telefónica, Endesa, Cepsa… A partir de ahí viene la evolución. Primero se inicia la desindustrialización de España, que da como resultado al propio Ibex.
Más adelante, con Aznar en el poder, se pasa del liderazgo absoluto de esas empresas españolas a la privatización y una mayor concentración de las compañías de construcción, residuales al inicio del Ibex.
En segundo lugar se da la expansión internacional del Ibex, primero con Felipe González -sobre todo Telefónica con Luis Solana, que se expande a Latinoamérica- y después con Aznar, en una etapa en la que el Ibex se hace trasnacional pero también gobierno. Aunque la mayoría de empresas son privatizadas, en ese momento se estrecha la relación entre el partido y el Ibex.
Más tarde viene la etapa del crecimiento económico y del boom inmobiliario, la “centralización del franquismo”, porque la centralidad de esas constructoras significa que las familias del franquismo que estaban agonizando en cierta medida, vuelven a resurgir de nuevo y se convierten en grandes constructoras con un poder inédito gracias al apoyo financiero de las cajas de ahorro.
Tras la privatización de esas empresas, llega la privatización de servicios públicos que heredan esas mismas constructoras y que abarca desde la etapa de Aznar hasta la de Zapatero, que continúa la misma política y además la amplía. Con Zapatero en el gobierno las constructoras no solo son un Estado paralelo sino que se convierten en productoras de kilovatios, en un entramado enorme que abarca hasta las empresas de energía.
El punto de inflexión es 2010, cuando el Ibex se hace totalmente gobierno, cuando los recortes no solo no le afectan sino que además recibe inversiones por parte del Estado. Por último, llega Rajoy y el Ibex se hace extranjero con la llegada de los fondos de inversión internacionales tras la caída de las cajas de ahorro.
De esta forma el entramado se sofistica aún más y ahora los beneficios se canalizan hacia el extranjero. Incluso La Caixa, la última pieza grande de este proceso, abrió recientemente la puerta a uno de esos fondos internacionales… En La Caixa habían entrado capitalistas extranjeros como Carlos Slim.
La Caixa es el único poder que coincide con una persona, “El Patriarca” [Isidro Fainé], que tiene poder político y poder económico. Estaba a salvo de los fondos de inversión que se comían el resto del entramado del Ibex, con la excepción de Telefónica.
En 2016, La Caixa tuvo problemas para compatibilizar la Ley de Cajas, que establece límites a las participaciones, y se hizo un trasvase de acciones entre Criteria [holding industrial de La Caixa] y la Fundación [propietaria de La Caixa]. Ahora ese modelo es insostenible y es minoría dentro del Ibex.
CaixaBank tiene una larga tradición en el sector industrial y le interesa conservarlo.
Los grandes fondos no son almas caritativas sino que vienen aquí a desmontar las empresas. Necesita un aliado que le permita mantener eso, un aliado político. ¿Es el principio del fin del “capital patrio”? Estamos en el punto de inflexión. Las grandes familias que siempre han gobernado y que se quedaron con toda la soberanía económica tras las privatizaciones, ahora empiezan a perderlo en favor del capital extranjero.
Lo único que queda es La Caixa junto con Villar Mir [ex ministro de Hacienda, presidente del Grupo Villar Mir] en menor medida. Florentino no puede sostener esa empresa [Grupo ACS] totalmente endeudada. Ninguna de las grandes constructoras puede sostener tal nivel de deuda. ¿Hasta qué punto el Estado puede seguir subvencionando el capital nacional? El último caso fue el de Abengoa, a la que el Estado le condonó el 70% de la deuda, más de 250 millones de euros, el equivalente a lo que se exige que recorte el Ayuntamiento de Madrid.
La corrupción estructural y las tres crisis sistémicas (del régimen político, del modelo financiero/económico, y del bloque mediático y propagandístico) han dado sus frutos: en los últimos 25 años, la política (desde la monarquía hasta las pequeñas instituciones locales) ha servido para mediar y medrar entre empresarios necesitados de contratos, facilitando adjudicaciones, licencias, recalificaciones, favores, fusiones, tanto dentro como fuera del país.
Si apuntamos a la acumulación primigenia que ha resultado en esta capacidad intermediaria, veremos cómo los diferentes gobiernos de turno han facilitado durante décadas que gigantescos recursos (financieros, materiales, humanos) fueran desviados desde el Estado a determinadas manos.
Reparto PSOE-PP:
El reparto vigente en 2010 daba a los tecnócratas del PSOE influencia en un área del Ibex35 que incluía a las antiguas empresas públicas (Telefónica, Repsol, Endesa), las participadas por el Estado (Red Eléctrica o Enagás) y el Banco Santander, al cual benefició en los años 90 (concurso mediante) con la adjudicación de un Banesto expropiado, convirtiendo así el banco de la familia Botín en la mayor entidad financiera del país.
Los mandarines del PP, por el contrario, se habían ido extendiendo por múltiples sectores, constituyendo un holding de eléctricas, seguros, tecnológicas y alimentación, a partir de su control de Caja Madrid y Bancaja. Ambas cajas, controladas por el exvicepresidente del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato y por José Luis Olivas (expresidente de la Generalitat Valenciana con el PP), y finalmente fusionadas en Bankia, disfrutaban en 2010, ya bien entrada la crisis económica, de una posición oligopólica en el Ibex35,
Los políticos que acaban en el Ibex no son sujetos aislados, sino que tienen una singularidad y una unidad específica como grupo, lo que les constituye como un bloque de poder ‘económico’: se extienden por 29 de las 35 empresas del Ibex35 actual. Forman así parte de un grupo de presión muy relevante,
Este tipo de investigación antes la realizaban las universidades, ahora están muy ocupadas en ofrecer a los alumnos más que conocimiento lo que el mercado demanda y además, algo tendrá que ver la existencia de cátedras del IBEX: cátedra Repsol, Abertis etc, en que no se investigue la Gran Coalición para la gran corrupción.
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