lunes, 8 de mayo de 2017
Una semana en un país del eje del mal
Tan pronto como el avión se posa en la pista de aterrizaje, las jóvenes se apresuran a tapar su cabeza con pañuelos, las mujeres mayores ni se inmutan, ya van totalmente cubiertas con el chador y ningún hombre lleva pantalones cortos, cosa extraña porque suelen ser habituales en vuelos donde van turistas. Estamos en suelo iraní, es obligatorio que las mujeres se cubran la cabeza y a los hombres se les prohíbe llevar bermudas.
Si bien, hace un tiempo las mujeres iraníes tenían que vestir de oscuro, poco a poco la ropa va clareando, incluso algunas mujeres le colocan trozos de tela a modo de parches con mucho colorido, es su modo de rebelarse, la mayoría se maquillan muchísimo, lo que no está bien visto y muchas, las más reivindicativas dejan fuera un mechón de pelo, cuando la cabellera debería estar totalmente oculta.
Las mujeres van tapadas pero no son invisibles. En la guerra irano-iraquí al estar los hombres movilizados en el frente y posteriormente con la muerte de 500.000 soldados hubo que recurrir a la mano de obra femenina, así que se ven trabajando y mezcladas con hombres por todas partes, lo que no deja de ser una paradoja en un país en el que se pretende una rigurosa separación de sexos.
Tradicionalmente la separación de sexos siempre fue tan rigurosa que en las puertas de las casas antiguas hay dos aldabas distintas y con sonido diferente, una para hombres y otra para mujeres, así sabrían los moradores quien debía de abrir la puerta en función del sexo de quien llamase.
Hay separación de sexos en la entrada a las mezquitas, en las piscinas de los hoteles (unas horas acuden mujeres y otras hombres) en las escuelas (en nuestro país, los integristas, con la dosis de cinismo que les caracteriza lo denominan educación diferenciada y hasta son subvencionados por el estado en algunos casos).
La clase media que existe en Irán valora tremendamente la cultura. Las mujeres ocupan el 61% de las aulas universitarias y pueden conducir. (en Arabia Saudí amiga de occidente, no pueden, pero no se hace tanto hincapié).
Los iraníes son una gente cálida, amable y acogedora, nada que ver con lo que nos venden los medios de comunicación, en la lengua de Shakespeare los definiríamos como "very friendly".
Ellos mismos le dicen al viajero "seguramente habrán quedado tu familia y tus amigos muy preocupados cuando les has dicho que viajabas a Irán, y ya ves, somos el país más seguro de Oriente Medio".
Teherán con 14 millones de habitantes es una ciudad muy dinámica, posee un moderno metro. No se parece en nada a la idea que nos han forjado. Existe un dualismo entre el Irán urbano y cosmopolita y el rural ultraconservador.
Los medios de comunicación, deliberadamente cuando hablan de Venezuela, demonizan al gobierno de Maduro, pero en el caso de Irán, no demonizan solo al gobierno sino a todo el país incluídos los ciudadanos, caso que "fuera preciso" bombardearlo, es mejor provocar el odio y el temor hacia la ciudadanía. Se habla de Irán y no del gobierno de Rouhaní como se hace con el de Maduro.
El mismo interés que los "mass media" tienen ahora en provocar el odio al diferente, tenían en la época del Sha en convencernos que los iraníes eran totalmente occidentales. La excéntrica conmemoración en Persépolis del Sha Reza Phalevi, exhaustivamente cubierta por la revista Hola, no se citaba para nada el Islam ni el chiismo. Por cierto a los fastos acudió Juan Carlos, en aquel entonces ya designado por Franco para sustituirle.
Yo me creí que el Sha era heredero directo de Ciro con aquello de "2500 años del imperio persa", cuando en realidad era hijo de un "militarote" afín a la ideología nazi, que dio un golpe de estado para hacerse con el poder y posteriormente abdicó en su hijo forzado por las potencias occidentales, que lo veían más proclive a sus intereses. El Sha era "bueno" porque había devuelto el petróleo a manos de occidente.
La guía Lonely Planet de Irán recuerda "Antes de Lumumba en el Congo, Sukarno en Indonesia y Allende en Chile, Mohamed Mossadegh fue el primer estadista electo derrocado por un golpe de estado promovido por la CIA.
En Irán gestionaba el petróleo la compañía Angloiraní fundada en 1908 tras su descubrimiento, en 1951 la Asamblea legislativa votó la nacionalización de petróleo, Mohamed Mossadegh, como primer ministro se encargó de la materialización. Entonces la CIA organizó un motín mediante sobornos a políticos, militares, matones y periódicos, y compartiendo información con los
diplomáticos y la inteligencia británicos, dando pretexto al shah para destituir al primer ministro.
El petróleo iraní volvió a fluir y la AIOC, que en 1954 cambió su nombre a British Petroleum, trató de retomar su posición anterior. Sin embargo, era tal la oposición en la opinión pública iraní que el nuevo gobierno no pudo permitirlo. Presionada por Estados Unidos, British Petroleum se vio obligada a aceptar integrarse en el consorcio de compañías que al final asumió la reintegración del petróleo iraní en el mercado mundial en el cartel conocido como las 7 hermanas.
Cierto que ahora es una república teocrática, el 19 de este mes se celebrarán elecciones, para acudir a ellas se puede inscribir quien lo desee pero es el Consejo de los Guardianes de Irán quien decide los que se pueden presentar , en estas elecciones como suele hacer tradicionalmente ha permitido que opten a 6 candidatos.
El ex presidente Mahmoud Ahmadineyad, se había presentado, pero el Consejo lo descalificó para la carrera presidencial además de otros 1630 aspirantes entre ellos 136 mujeres.
Dos meses antes de presentarse como candidato Ahmadineyab abrió cuenta en Tuiter, lo curioso es que Twitter está oficialmente prohibido en el país, al igual que Facebook, y numerosos periódicos (por ejemplo Público) y páginas web. La prohibición se puede saltar gracias a un programa informático por el que no se detecta desde qué país se accede a las redes y páginas web.
En las páginas censuradas aparece esta imagen
Los medios tienen interés en que desconozcamos que existe una comunidad de judía viviendo en Irán, Siamak Moreh Sedgh, diputado de los judíos en la Asamblea Consultiva Islámica de Irán, afirma que existe libertad de cultos. También existe una minoría cristiana.
Los judíos no pueden vistar a sus parientes de Israel ya que no podrían volver a entrar en Irán, de la misma manera una vez que se va a Irán no se puede acceder a EEUU, así que aunque lo desease no podría entrar en EEUU al menos por el momento.
Paradojas de la vida, el alcohol está estrictamente prohibido en Irán salvo para las minorías cristiana, judías y miembros de zoroastrismo a los que se le permite fermentar destilar y consumir vino, a pesar de eso las élites se las ingenian para saltarse la norma, tanto es así que a pesar de que el alcohol es ilegal, existe Alcohólicos anónimos, porque existe el alcoholismo.
Con el Sha Reza Phalevi la polícia les arrancaba el chador a las mujeres y ahora la policía las obliga a cubrirse. Las mujeres siempre padeciendo los avatares de la Historia.
Los clérigos tras la revolución se presentan a elecciones y obtienen los votos para gobernar, así convierten el dogma en ley. No hace falta mucha imaginación para entrever qué podría pasar aquí si los Roucos, los Monseñor Martínez arzobispo de Granada, etc. se les diese por presentarse a las elecciones, incluso podrían ganar.
La televisión iraní en las elecciones apuesta por el candidato institucional, como si de TVE se tratase. Los Urdacis de turno y las Victorias Prego, se desviven en explicar que en 4 años no le dio tiempo a Rouhaní, actual presidente, del partido Sociedad del Clero Combatiente a "rematar su tarea", y que por ello necesita un segundo mandato.
Peligrosos "Vierneseros" ("viernesero" versión islámica del dominguero cristiano) en Isphahan en un día de asueto
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