Un estudio de Víctor Lapuente, investigador del Instituto para el Buen Gobierno de la Universidad de Gotenburgo, en Suecia, y su colega Björn Rönnerstrand, publicado en la revista 'Health Policy'
concluye que en las regiones europeas donde la corrupción es mayor también es mayor el consumo de antibióticos.
La conclusión resulta sorprendente porque no parecen ser dos asuntos con mucha relación entre sí,
Lapuente y Rönnerstrand analizaron la relación entre dos variables relacionadas por la corrupción (la percepción ciudadana de la corrupción en el sector sanitario y la experiencia de sobornos de particulares a instituciones públicas) y el consumo de antibióticos por parte de la población.
La corrupción tiene impacto sobre muchos aspectos de la vida de los ciudadanos, desde la calidad de los servicios públicos hasta la confianza en las instituciones. Pero no se queda ahí. Varios estudios han analizado cómo afecta a cuestiones relacionadas con el bienestar, la calidad de vida y la esperanza de vida de la población. El último concluye que en las regiones europeas donde la corrupción es mayor también es mayor el consumo de antibióticos.
El estudio se realizó porque el abuso y el mal uso de los antibióticos es una de las causas de que las bacterias desarrollen resistencias a ellos y estos terminen perdiendo eficacia. "Es una preocupación de primer nivel, y queríamos saber si además de motivos sanitarios o sociales hay motivos institucionales que lo provocan", explicó Lapuente.
Lapuente y Rönnesrtrand llegaron a la conclusión de que "el porcentaje de la población que declaró haber consumido antibióticos en el año anterior era significativamente más bajo en las regiones con niveles bajos de corrupción, tanto medida según la percepción de corrupción en el sector sanitario como según la experiencia directa con sobornos".
Lapuente reconoce que las causas están por estudiar pero apunta "por el lado de la oferta, es posible que las compañías farmacéuticas encuentren más vías de presión para que los profesionales sanitarios prescriban sus medicamentos en los países donde la corrupción y los sobornos son más habituales; por el de la demanda, que los pacientes pidan medicamentos sin receta y sigan tratamientos defectuosos o incompletos".
La relevancia de este estudio está en la calidad de los datos, que no se quedaron en el nivel nacional sino que bajaron hasta el nivel regional, permitiendo así comparar distintas zonas del mismo país. "Hay pronunciadas diferencias entre regiones del mismo país, como por ejemplo el elevado consumo de antibióticos entre Cataluña y el bajo consumo en el País Vasco". El panorama que emerge de estos hallazgos es por tanto más detallado que la imagen convencional de que los ratios de uso y resistencia de los antibióticos se mantienen bajos en los países del norte de Europa mientras que alcanzan niveles alarmantes en el centro y el sur de Europa.
Lapuente investiga ahora qué relación tiene el conocimiento que tienen los ciudadanos con su consumo de antibióticos a nivel individual. "Queremos saber si el motivo de que en Lazio, por ejemplo, el consumo de antibióticos es mucho más alto que en la Toscana porque los ciudadanos están peor informados del riesgo que supone abusar de estos medicamentos".
La desconfianza en el sistema se ve muy afectada por la corrupción, y esto influye por ejemplo a los índices de vacunación y considera interesante ampliar el conocimiento de los efectos que la corrupción tiene sobre otros indicadores relacionados con la salud pública, como la vacunación. "La desconfianza en el sistema se ve muy afectada por la percepción de la corrupción en nuestro entorno, y esto influye por ejemplo a los índices de vacunación", explica.
Mientras tanto, en las conclusiones de su estudio, los autores hacen un llamamiento a los gobiernos europeos: "Los legisladores interesados a promover un uso responsable de los antibióticos deberían prestar atención al papel del gobierno y de la corrupción".
Un uso responsable imprescindible si queremos evitar, en palabras de la OMS, una era postantibióticos, "en la que infecciones comunes y heridas leves pueden matar".
Hemeroteca (2008)
La integridad del jurado que concede los premios Nobel está en tela de juicio tras la revelación de que uno de sus miembros forma parte al mismo tiempo del consejo de dirección de una empresa farmacéutica beneficiada por el galardón. La fiscalía sueca trata de determinar si el gigante farmacéutico británico AstraZeneca ejerció alguna una influencia en la concesión del último Nobel de Medicina a Harald Zur Hausen, informó ayer el diario The Times. El científico fue recompensado por sus trabajos sobre el virus del papiloma humano, que puede causar el cáncer cervical y contra el cual AstraZeneca ha desarrollado dos vacunas muy lucrativas. Dos personajes que ejercieron un papel en el proceso de elección de Zur Hausen tienen fuertes vínculos con esa compañía farmacéutica, que ha comenzado además a patrocinar el portal de Internet del Nobel. Ni la compañía ni la Fundación Nobel han revelado cuánto vale el contrato para ese patrocinio y el de la filial promocional del Premio Nobel Media, aunque el periódico cree que serán cientos de miles de dólares
humano.
https://media.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2008/12/20/dos-jurados-nobel-medicina-vinculados-empresa-farmaceuticaque-beneficio-premio/0003_7410907.htm
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2017/09/26/harald-zur-hausen-puede-dejar-vacunar-bebes/0003_201709G26P26996.html
https://www.infolibre.es/noticias/politica/2017/09/27/el_gigante_sanidad_privada_sumo_otros_856_millones_dinero_publico_2016_69965_1012.html
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