lunes, 27 de noviembre de 2017
El día que nos robaron el mando
Víctor López es periodista, reportero en los Servicios Informativos de Antena 3 TV y acaba de publicar "El día que nos robaron el mando. Conversaciones sobre la crisis del periodismo en televisión" (Ediciones Internacionales Universitarias).
El título ya desvela de lo que trata. A lo largo de más de 15 años con la cámara a cuestas Victor López ha comprobado que el periodismo televisivo se iba pervirtiendo hacia un modelo en el que el envoltorio prima sobre el fondo y el espectáculo sobre el rigor informativo.
Decidió llamar a maestros como Rosa María Calaf, Vicente Romero, Diego Carcedo, Manu Leguineche, Jesús Hermida para ver si estaba equivocado, y le llevaron a una clara conclusión: la televisión pasa por horas bajas, una crisis de la que son responsables los empresarios, los trabajadores audiovisuales, las universidades y los espectadores.
"Se está haciendo periodismo con miedo y con falta de rigor. La transformación tecnológica, los nuevos modelos empresariales o el cambio en los valores del oficio son algunas de las causas de su débil estado de salud, que requiere de criterio, responsabilidad y ética periodística para garantizar la calidad y la supervivencia del oficio", afirma el autor. "La información se ha convertido en negocio", y además "ha perdido valor por su superabundancia".
"Hay una clara banalización de la profesión, que está poniendo en riesgo su credibilidad", advierte. Las crisis económica, tecnológica, laboral y ética han hecho surgir una nueva forma de informar "que poco aporta a la construcción social y que acaba por confundir periodismo y sensacionalismo".
López dedica su libro "a todos esos profesionales que informan con rigor, sea cual sea su especialidad y su herramienta de trabajo. A todos los que siguen intentando hacer hoy periodismo de verdad", y recuerda especialmente lo que le dijo "el maestro Leguineche: "Hay que seguir peleando por la profesión" y lamenta que haya gente que hace televisión sin saber quién es Manu Leguineche.
"No hay propósito de la enmienda en las privadas, y tampoco las públicas se reconducen hacia el deseable propósito de formar, informar y entretener. Las cuchilladas de la crisis gangrenan la credibilidad informativa". Afirma pesimista Victor López.
Fuentes
https://elpais.com/cultura/2017/11/24/television/1511531498_705666.html
http://www.elperiodico.com/es/sociedad/20170929/el-dia-que-nos-robaron-el-mando-el-reportero-victor-lopez-destripa-la-tv-6320222
Hola.
ResponderEliminarHoy día no conozco a ningún buen periodista. Por lo que no conozco a Víctor López. Y no digo que no hay buenos periodistas, si no los hubiera, no habría periodismo, ya que, los que no son como nos gustaría que fueran..., si estuvieran solos transformarían el periodismo en algo diferente del periodismo.
Haro Teglén, si era un gran periodista, y solo digo un ejemplo.
Ahora que, estas grandes pérdidas no vienen de ahora o de estos últimos años. In Spain, yes. Pero es una cola que se arrastra... Recordemos aquél redactor del periódico norteamericano (hace más de medio siglo) que dijo aquello de que, si la noticia no existe... hay que crearla. Y lo decía en el sentido del comercialitis (como si se tratara de salchichas), que es justo lo que nos está destrozando ahora el periodismo: solo comercio, teatro comercial... etc., etc. Bueno, y los dóciles que aún se hacen llamar periodistas por un sucio sueldo lamiendo culos y se las dan de importantes.
Apuntaré el libro en mi lista de lectura, aunque el cupo lo tengo cubierto para varios meses, me parece interesante.
La cita que acompaña el dibujo, me encanta... Yo para no perder ese peso cerebral procuro no soltar el mando de la tele, rara vez veo un solo canal en hora de noticias, y nunca veo un telediario completo.
Un saludo.
¡Cómo echo de menos a Haro teglen y a Vázquez Montalbán¡
ResponderEliminarEl sistema expulsó a los mejores, y se quedó con los mediocres y serviles.
Un saludo y gracias por la nueva visita.
Yo conocí a Eduardo Haro Tecglen en sus pequeñas intervenciones de cada tarde en la ventana de la SER y a partir de ahí, le leí algún que otro artículo en El País, cuando era El País. ¡Un regalo de sentido común y buen periodismo!
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo conocí a Eduardo Haro Tecglen en sus pequeñas intervenciones de cada tarde en la ventana de la SER y a partir de ahí, le leí algún que otro artículo en El País, cuando era El País. ¡Un regalo de sentido común y buen periodismo!
ResponderEliminarUn abrazo.
La caverna que sigue en activo le llamaban dinosaurio. Se van los mejores.
ResponderEliminarAbrazos para tí también,