Acabo de leer "El muelle de Ouistreham" de Florence Aubenas. El libro está escrito a comienzos de este siglo pero parece que lo que describe comenzó hace una eternidad.
Florence Aubenas, es una periodista francesa que haciéndose pasar por una mujer recientemente divorciada y con el bachillerato como única preparación, se traslada a Caen intentando buscar trabajo, y elige Caen porque, situada en la Baja Normandía, como otras muchas zonas, fue víctima del desmantelamiento industrial. Tanto es así que ahora, el mayor empleador de Caen es el hospital.
La autora explica cómo La Sociedad Metalúrgique de Normandía, la factoría Moulinex y la planta de Renault fueron cerradas, dejando a miles de trabajadores en la calle. Las zonas industriales se convirtieron en grandes superficies. Los hombres se convirtieron en parados y a las mujeres no les quedó otro recurso que convertirse en limpiadoras, sosteniendo la familia en precario y viviendo a veces en una habitación, después de haber perdido sus viviendas. L
Aubenas cuenta su personal "Via crucis" para encontrar trabajo y describe también la bajada a los infiernos de los personajes que le rodean, gente que habiendo tenido un empleo estable y pensando que era para toda la vida, acaba siendo asidua del Pôle emploi, agencia gubernamental, creada por Sarkozy. el equivalente a nuestro Sistema Nacional de Empleo (SNE), antes INEM.
La protagonista se inscribe en el Pôle emploi y solo le ofrecen empleos como limpiadora por horas y para eso debe de hacer un montón de cursillos como el resto de sus compañeras buscadoras de empleo, para "progresar". Llega a conseguir varios trabajos, limpiando un camping, en el transbordador de Ouistream (que le da el título al libro), en oficinas etc., todo ello contra reloj y ni así consigue un salario digno, en algunos trabajos el desplazamiento triplica el tiempo invertido en el trabajo y para conseguir los trabajos se considera imprescindible tener coche, por lo que gran parte de lo poco que gana se le va en gastos de transporte.
Pôle emploi pone en contacto a la desempleada con empresas de limpieza, éstas le pagan por horas y tasan el tiempo que le tiene que llevar limpiar lo que se le haya asignado, así que si le lleva más tiempo, le toca trabajar gratuitamente ya que si no queda satisfecha con la limpieza la empresa, le traslada las quejas a la compañía empleadora y despide a la trabajadora.
En el Pôle emploi, los desempleados tienen una especie de "coach" que le enseña a hacer un currículum, superar una entrevista y les ayuda en la búsqueda de empleo. Claro que si todos aprenden a hacer bien los CV y las entrevistas, los parados son los que son y no todos podrán encontrar un puesto de trabajo.
Los parados tienen la obligación de acudir una vez al mes al Pôle emploi y en un momento dado un funcionario confiesa que lo hace porque si los desempleados no acuden, los dan de baja, disminuyendo el número de parados en las estadísticas (maquillando la realidad) y que si los funcionarios no los convocan los penalizan.
No da recetas, ni analiza las causas, sólo describe la bajada a los infiernos de la "boyante clase obrera" que hasta la mal llamada crisis tenían dos conceptos grabados a fuego: progreso y conquistas sociales.
El final de la novela recuerda el final de la película tiempos modernos, un final abierto sin demasiadas esperanzas.
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