miércoles, 16 de octubre de 2019
Herederos y fortunas
Ceder el patrimonio, los títulos, las empresas, los castillos, etc., a los herederos es algo que parece atávico y concorde con el ansia de poder que conlleva la riqueza para el epulón y su afán de protección de su prole. Pues bien existe una nueva hornada de oligarcas, que inexplicablemente, tan fieles al sistema que por supuesto no se cuestionan la herencia, pero evitan ceder su patrimonio a sus descendientes.
Warren Buffet, Bill Gates se han manifestado en ese sentido y ahora, Barron Hilton recientemente fallecido ha hecho lo mismo, a sus herederos solo le ha dejado el 3% de su fortuna. Lo mas curioso es que el padre de Barron en su día hizo lo mismo. Al morir en 1979 donó la práctica totalidad de la riqueza que había acumulado a la Iglesia Católica y a su propia fundación, una decisión que su hijo consiguió revocar tras acudir a los tribunales para impugnar el testamento. La justicia le dio la razón en 1989, momento en el que obtuvo parte de la fortuna de la familia tras argumentar que su trabajo al frente del imperio Hilton había contribuido a enriquecerlo.
Barrón que pleiteo por recuperar lo que creía que le correspondía por herencia, de nuevo ha vuelto a repetir lo que hizo su padre, ha desheredado a sus descendientes. Para él la máxima, "obra de tal modo que no hagas lo que no desees para tí", es desdeñable.
Acumulan inútilmente y de un modo efímero, mejor hubiera sido que hubiesen repartido entre los que les han ayudado a acumular.
Antes, las fortunas iban con la prole como antorchas encendidas se pasaban de unos a otros, ahora parece que hay un cambio de tendencia y las fortunas en las grandes familias semejan fuegos artificiales. Efímeras.
Lo que se desconoce es si los potentados desheredan a sus hijos para protegerlos de la maldición que supone ser millonario y han comprobado en sus propias carnes que el dinero no da la felicidad o si es porque son insolidarios hasta con los suyos como si ambicionaran acaparar el dinero el mérito y el poder solo para sí mismos y no deseasen ni compartir ni transmitir sus mieles con su descendencia .
https://twitter.com/i/events/1176136774822838272
https://elpais.com/elpais/2019/09/23/gente/1569232233_752868.html
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Intenté explicarle esto a mis alumn@s (que dicho sea de paso seguro que no recibirán ni una maceta de herencia) y noté un cierto (por no decir un claro) rechazo a esta iniciativa que yo comparto.
ResponderEliminarSí es increíble cómo la gente defiende posturas de la élite aún cuando le perjudican.
EliminarYo no es que no comparta la iniciativa de desheredar es que no comparto la de acumular tanto. Tanto nadar para morir en la orilla.
Perdona por no haberte contestado antes, no podía contestar porque no tenía inhabilitados los comentarios como gestora del Blog.
Un afectuoso saludo.
Me inclino por pensar que en esos casos que citas y en otros similares la decisión de a quién dejar LO QUE YO HE GANADO U HECHO puede ser fruto de cualquier deseo o argumento imaginable, excepto de una cosa: el amor.
ResponderEliminarSí son tan ególatras que hasta lo son con los suyos.
ResponderEliminarUn saludo Félix
Ya me funcionan las repuestas.