A raíz del fallecimiento de mi queridísimo hijo, ocurrido en el extranjero, visto el trato recibido por parte de jefes, compañeros de trabajo, amigos y Embajada Española, incluido el señor Embajador, en medio del inmenso dolor me decidí a escribir una carta de agradecimiento, como soy una persona muy dada a la protesta y la denuncia ante los atropellos e injusticias, me he visto moralmente obligada hacer público lo arropada que me sentí en el peor momento de mi vida. Así que envié sendas cartas de agradecimiento a El País y a La Voz de Galicia, diarios de los que soy lectora habitual.
He tenido que dejar pasar un tiempo para poder escribir esto.
En el País ni se dignaron a publicarla, en La Voz de Galicia la mutilaron de tal modo que perdió la razón de ser. Así que la voy a publicar completa en este espacio de desahogo, en esto consiste la libertad de expresión, algunos tenemos que circular por los callejones de internet, cuando los del Sistema y los que configuran las mentes circulan por autopistas.
La Carta original
Recientemente he padecido el episodio más horrible y temido por cualquier madre, el fallecimiento de mi único hijo, por un maldito infarto, en Doha (Catar). El desconsuelo y la perplejidad de toda la familia, padres, viuda e hijas fueron tremendos. El único alivio con el que mitigar el inconsolable dolor fue el afecto que le profesaban sus incondicionales amigos de todas las nacionalidades y el cuidado y amor recibido de todos ellos.
Fue un alivio también el apoyo de su empresa Ooredoo, de su director general D. Aziz Aluthman, Doña Fátima, la jefa de recursos humanos, y el cariño de sus compañeros, entre ellas el de su compañera palestina de mesa que llora la muerte de 103 familiares de los cuales 24 eran niños y 36, mujeres, y también lloraba por él. Por último, el generoso ofrecimiento y la inestimable ayuda de la embajada española en Catar, especialmente la del señor Embajador D. Javier Carbajosa, con el que la comunidad española en este país se puede sentir muy arropada
Angeles García Portela.
En La Voz de Galicia, mutilada: