He enviado una Carta al Director en la Voz de Galicia y no me la han publicado, así que la reproduzco, más abajo. En la carta obviamente me autocensuré para tener más posibilidades de que fuese publicada, pero en mi reducto de libre expresión , me voy a explayar un poco más aunque no voy a entrar en la anomalía de humanizar a los animales.
La carta se me ocurrió después de acudir a un hotel con "pets" y ver fotos de él con los perros encima de la cama.
Silenciar todas las noticias negativas relativas a los perros se produce por lo que Ellisabeth Noelle Newman denomina "La Espiral del Silencio" Aquellas personas que tienen posiciones minoritarias, son silenciados y las opiniones percibidas como mayoritarias, aumentan, así que el resto no les obligan a callar, "se callan voluntariamente". Es mucho más fácil reclamar que los perros puedan acudir a todas partes, ópera, teatro etc., incluidos.
Existe una tendencia deliberada de silenciar toda cuanta información perjudique al planeta canino. Dejaron de aparecer noticias de perros que muerden a personas y todo lo que rodea a los perros es muy frendly, luego la realidad es otra. Todas las noticias van en el sentido de la opresión que padecen los canes y sus amos. Que si no les alquilan pisos los caseros, que si no les dejan acudir con ellos a las playas. Todas la personas que buscan pisos y tienen perro, se sienten perjudicadas, porque sus perros no estropean nada, ni molestan, siempre son los de los demás. Todos los que pretenden acudir a las playas con los canes, saben que sus perros no molestan, ni transmiten ningún parásito. ni ningún tipo de enfermedad.
Luego la realidad es otra. Hace unos años, me pasé 3 meses de médico en médico con un tremendo picor en el tórax, sobre todo durante la noche, hasta que descubrieron que tenía "larva migrans", gusanos que se adquieren al tumbarse en la arena de la playa donde un perro había plantado sus excrementos con lombrices. Cuando uno se tumba, la lombriz penetra en la epidermis y comienza a moverse y circular.
Hay una corriente que promueve que todas las playas puedan acoger a perros, pero de momento nos salva que según estudios de la Organización Mundial de la Salud, "existen riesgos microbiológicos para la salud humana asociados a la presencia de excrementos de los perros en las playas, sobre todo para niños". El afán de algunos dueños por humanizar a los canes es tal, que incluso choca con las recomendaciones del mismísimo colegio de veterinarios.
Courtney L. Sexton, catedrática de la Universidad de Virginia, recuerda "la forma en la que los canes se mueven por el mundo hace que tengan mayor incidencia de enfermedades infecciosas. Chupan todo lo que encuentran, pasan más tiempo en zonas pobladas por vectores de enfermedades —como en un prado lleno de garrapatas—, y no tienen costumbres higiénicas".
Guadalupe Miró, Catedrática de Parasitología y Enfermedades Parasitarias en la Universidad Complutense de Madrid, sostiene que "se han relajado mucho los hábitos de contacto directo. Los perros antes eran animales de trabajo y el contacto con ellos era menor. Ahora parece que hace gracia que el perro te lama la cara y muchos comparten con él la cama. Hay que entender que se tienen que cuidar los hábitos higiénicos”, lamenta Miró. Esto hace que las enfermedades salten de una especie a otra con más facilidad. Perros y personas no comparten muchas enfermedades, pero sí vectores como garrapatas, determinadas infecciones y también alguna enfermedad de origen parasitario, como la leishmaniasis.
Cada día los canes gozan de más derechos, de acudir a playas, tiendas, hoteles etc. Las leyes son más laxas por muchas razones, una de ellas y no es baladí es la electoral, en A Coruña por ejemplo hay ya más perros que niños y sus amos son un poderoso nicho de votantes. Así que tenemos que convivir con ellos, quienes tienen perros y quienes no los tenemos.
Ya se que el amor es ciego y que los amos no comprenden la grima que le puede dar alguien que su maravilloso chucho le pase la lengua por una mano o una pierna o que acercando el hocico, le moje la mano con el moquillo. Cuando eso me ocurre, me siento tentada a pasarle la lengua al amo por la cara o a olerle el trasero y decirle: "No te preocupes, no te hago nada".
Playas para perros.
Cartas al Director.
Vaya por delante que no tengo nada con que los perros puedan irse de vacaciones, hacer turismo y pernoctar en hoteles. Solo creo que se debería abrir un debate sobre ello.
Cuando era fumadora, en los hoteles en los que se permitía fumar y pagando lo mismo, me solían confinar a las peores habitaciones, Julián Marías se quejaba de ello. Yo me alojaba en el ala de fumadores, pero veía salir a las mascotas de habitaciones de no fumadores.
Enlaces relacionados
https://www.ladridos.es/agosto2018/agosto2018/la-playa-no-es-tan-buena
https://elpais.com/opinion/2024-05-04/la-mision-imposible-de-alquilar-un-piso-si-tienes-mascota.html